No hay ley para el Amor

Juan 3.16 el archiconocido verso de la escritura “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Y Romanos 5.10 dice “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”

Según la ley nos merecíamos el castigo eterno y todos sabemos que el amor de Dios es tan grande que no escatimó a su propio Hijo para darnos la vida eterna todo lo hizo por amor.

Ahora bien, la palabra dice que para los que andamos en el Espíritu y hacemos todo de acuerdo con Él no hay ley en nuestra contra.

Romanos 13.1-10 dice “Sométase toda persona a las autoridades superiores porque no hay autoridad que no provenga de Dios; y las que hay, por Dios han sido constituidas. Así que, el que se opone a la autoridad se opone a lo constituido por Dios; y los que se oponen recibirán condenación para sí mismos.  Porque los gobernantes no están para infundir el terror al que hace lo bueno sino al que hace lo malo. ¿Quieres no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás su alabanza porque es un servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no lleva en vano la espada pues es un servidor de Dios, un vengador para castigo del que hace lo malo. Por lo cual, es necesario que estén sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por motivos de conciencia. Porque por esto pagan también los impuestos, pues los gobernantes son ministros de Dios que atienden a esto mismo. Paguen a todos lo que deben: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. No deban a nadie nada salvo el amarse unos a otros, porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley. Porque los mandamientos —no cometerás adulterio, no cometerás homicidio, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento— se resumen en esta sentencia: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la ley.”

Si andas en amor la ley no te toca, pero ¿qué pasa cuando no haces las cosas que debes hacer por amor? Como por ejemplo un padre que abandona a sus hijos y según la ley está obligado por supuesto si la madre ejerce presión a pagar por su alimentación y educación hasta la mayoría de edad, pero la ley no lo puede obligar a hacerlo con amor, a amarlo, a estar presente y satisfacer su necesidad hasta allá no llega la ley, porque no tiene poder con el amor, sea para lo bueno o para lo malo, otro ejemplo es un hijo que no le muestra amor, respeto, atención y honra a sus padres ancianos ¿quién lo puede obligar a hacerlo? Nadie

Al Padre eterno nadie lo obligó a entregar a su Hijo y al Hijo nadie le forzó a hacerlo, legalmente no se podía solo lo podían hacer por amor. Así mismo como no se le puede obligar a un padre, a un hijo a un hermano a hacer algo por la ley si en su corazón no está el amor para hacerlo, es duro verdad por eso dice la escritura que el amor es el cumplimiento de la ley.

Dice el verso 8 No deban a nadie nada salvo el amarse unos a otros, porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley, tenemos una deuda grande el amor a otros y el dejar de amar es pecado no se ha cumplido con la ley.

Ahora bien hay muchas formas de amar, yo amo cuando cuido, cuando atiendo, cuando doy de mi tiempo, cuando doy de mis recursos, cuando escucho, cuando sirvo a otros, cuando estoy presente, cuando honro, cuando cuido el corazón de la otra persona, cuando oro por esa persona y otras formas más, pero cuando dejo de estar presente, dejo de atender, de servir, de comunicarme estoy dejando de amar y contra eso no hay ley que me pueda obligar a hacerlo

No tengas miedo de ADORAR A DIOS DEMASIADO, EL PELIGRO ESTÁ EN ADORARLO MUY POCO

 

  Finalmente, recuerda que hoy tienes un día lleno de vida donde puedes decidir dar la gloria y la honra al ÚNICO Y SABIO DIOS.

 

Si esta palabra ha edificado tu vida, por favor compártela y sé ese faro que ilumine a otras vidas a ir a los pies de nuestro Señor Jesucristo.

 

Me gustaría saber de ti en como el Señor ha bendecido tu vida.

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Hasta la próxima entrega