Oraciones que llenan la copa de oro.

Bendiciones a tu vida:

Vamos a Apocalipsis 5.8 “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos”
Es muy importante las oraciones de los santos son las que llenan las copas de oro. La Oración es la comunión con el Padre, es un acto solemne, durante la oración debemos estar conscientes de que vamos a hablar con el Creador. Es importante comprender y entender que Dios está junto a nosotros cuando oramos. La comprensión de que Dios está presente es lo que hace de la Oración vital y poderosa, sino creemos eso la oración no tendrá ningún valor.
En la palabra encontramos en Hebreos 11.6 ”Pero sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Al reconocer la presencia de Dios es fácil orar y fácil creer.
En su ministerio el Señor Jesús lo practicó a diario, los discípulos entendieron que era importante estar en oración, ellos veían las obras increíbles que Jesús hacía, estaban impresionados por su poder, pero también observaban que aún cuando era muy de noche el Maestro se levantaba a orar, ellos pudieron darse cuenta que sin oración jamás podrían llegar a ser como Él, fue tanto su interés que llegaron al punto que le pidieron a Jesús, Señor enséñanos a orar en Lucas 11.1 dice: “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó uno de sus discípulos le dijo: Señor enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos “. Esto nos muestra que había una forma correcta de orar, que había una forma adecuada de orar para alcanzar victoria con Dios. Nuestro señor Jesús accedió a revelarles el secreto y les dijo que ellos debían orar de esta manera. El les enseñó que toda oración debe ir dirigida al Padre y segundo que toda oración comienza con adoración, nota que la oración no va dirigida a Cristo, ni tampoco al Espíritu Santo, va dirigida al Padre, Jesús dijo en Juan 14.13 dice: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré para que sea glorificado en el Hijo, si algo pidiereis en mi Nombre, yo lo haré”. Este es uno de los secretos elementales en la oración eficaz. Tú oras al Padre, hablas con el Padre, pero todo lo pides en el Nombre de Jesús.
El Apóstol Pablo dijo en 1 Timoteo 2.5 “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”, no hay otra forma de orar, esa es la fórmula bíblica y ninguna oración sería eficaz si no va encausada en la forma única que enseñó Jesús.
También quiero compartir lo que el Señor recalcó, que debemos acompañar la oración con el Espíritu de adoración en nosotros; Él dijo, Santificado sea tu Nombre, esto es un llamado a adoración en la oración. Tú le pides a Dios en la oración, pero al mismo tiempo le rindes a Él tu adoración, Dios ansía nuestra adoración devota. La biblia lo enseña en el Salmo 150.6 dice: “Todo lo que respira alabe a Jehová”

Haz de la oración tu arma y rinde a Dios toda tu

 adoración. 

Es pues la oración una conversación con nuestro Padre, saturada de alabanza y adoración en el Nombre de Jesús. El mismo Señor hizo esta oración en Mateo 11.25 El habló con el Padre y le dijo: “Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos y las revelaste a los niños” en este ejemplo podemos ver que Jesús alabó adorando su Nombre, ora a Dios con alabanza y acción de gracias, alábale por lo mucho que ha hecho por ti y los tuyos. Los poderes del cielo y de la tierra están al servicio de aquellos que han aprendido el secreto de la adoración, empieza hoy el hábito de ofrendarle el sacrificio de alabanza continuamente.

Confiesa a Dios cuanto le amas, dile cuanto le agradeces que enviara a Jesús a morir por ti, dale gracias por sus misericordias y ruega que todo lo que pidas en el Nombre de Jesús lo recibirás.

Otro secreto para llenar la copa de oro es: La oración de éxito implica un contacto diario con Dios, si como siervo de Dios no oras diariamente en abundancia las fuerzas de las tinieblas se movilizarán en tu contra y paralizarán fácilmente tus esfuerzos. Hay que conquistar las victorias en las rodillas, postrados en oración, luego lanzarte a apropiarse de lo que ya es nuestro en la oración. Dios te dará y dirá qué debes hacer para conquistar. En la oración está la victoria, cada vez que oras con fe, ésta sube y llena la copa de oro fíjate lo que dice en Apocalipsis 8.3-5 “Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra y hubo truenos y voces y relámpagos y un terremoto”, esta palabra es tremenda, grandiosa y poderosa ¿Sabes por qué?  Porque tus oraciones llenan la copa de oro y se acumulan, a su tiempo el fuego del altar va a mezclarse con tus oraciones y cuando sean vertidas sobre tu tierra viene el rompimiento, viene a ti el milagro, viene a ti por lo que has estado orando, si tiene que haber un terremoto y romper tus esquemas, romper tu sistema El lo hará, Dios hace lo que Él, solo Él sabe hacer que es bendecirte y cumplir con su palabra, sigue orando.

Compártelo y escribe Amen si vas a hacer de la oración tu arma de guerra.

En el Salmo 141.1-2 dice “Jehová a ti he clamado: apresúrate a mí, escucha mi voz cuando te invocare, suba mi oración delante de ti como incienso, el don de mis manos como ofrenda de la tarde”. 

La oración debe convertirse en algo tan natural como la respiración, ora en todo momento, en todo lugar para que estés fuerte y puedas derrotar las fuerzas espirituales que obran en tu contra y formes una valla de protección a tu alrededor y de los tuyos, conviértete en un guerrero que está preparado para la venida del Señor, en Lucas 21.36 dice “Velad pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas esas cosas que vendrán y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”.

En ocasiones ni las palabras son necesarias para que una oración sea eficaz, Nehemías 2.3-5 dice: “Y dije al rey. Para siempre viva el rey, ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey; ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá a la ciudad de los sepulcros de mis padres y le reedificaré. Nehemías hizo una oración en sí mismo en su espíritu al Dios eterno y halló la gracia delante del rey, puede ser un acto de contemplación o un diálogo entre el creyente y Dios en el lenguaje del espíritu.

En el más puro sentido cristiano, una lágrima, un gemido o el silencio pueden convertirse delante de Dios en oración del más alto nivel espiritual, tenemos ejemplos de este tipo de oración en la palabra en 1 Samuel 1.9-10. “Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en la silla a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura del alma oró a Jehová y lloró abundantemente" en el mismo capítulo vemos la respuesta de esta oración, en 1 Samuel 1.27 dice” Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que pedí”.

En Romanos 8.26 ”Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” Cuando oremos que sea en el Espíritu, El sabe como intercede por nosotros, aunque no entendemos, El si sabe lo que nos conviene, pregúntale y El te guiará a toda verdad. La Biblia nos dice que Cristo pasó noches enteras en oración probablemente no hablaba en voz alta sino oraba en su fuero interno sin palabras, eso es lo que hace practicable el mandamiento de 1 Tesalonicenses 5.17 “Orad sin cesar”, la mucha palabrería y no la falta de palabras fue lo que Cristo censuró, en Mateo 6.7 dice: “Y orando no uséis vanas repeticiones como los gentiles que piensan que por sus palabrerías serán oídos”

El Señor es quién intercede por ti en el momento que invocas su Nombre, ora y El concederá las peticiones de tu corazón.

Para finalizar con este tema quiero decirte que la oración involucra ciertas cosas:

1.- La Adoración: 

Por la que expresamos nuestro sentimiento de la bondad y grandeza de Dios, en Daniel 4.34 ”Más al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades”.

2.- La Confesión: 

Por lo que reconocemos nuestra iniquidad en 1 Juan 1.9 dice “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”, es una súplica por la que pedimos perdón, gracia o cualquier otra bendición en Mateo 7.7 dice “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”.

3.- Intercesión: 

Esto es que rogamos por otros, en Santiago 5.16 dice “Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados". La oración eficaz del justo puede mucho.

4.- Acción de gracias: 

Esta es con la que expresamos nuestra gratitud a Dios.

Es responsabilidad cristiana orar hasta por los enemigos, el Señor nos lo enseña en su palabra en Mateo 5.44 dice “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajen y os persiguen”. Esto no es fácil pero con su ayuda y obediencia lo logramos, debemos llenar la copa de oro también por nuestros gobernantes, por todo aquel que está en eminencia, y sobre todo para que el Reino de Dios  y su Justicia se establezca en nuestra nación, en nuestras familias, en nuestros trabajos. Mateo 9.36-38 nos lo dice “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor; Entonces dijo a sus discípulos, a la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos; Rogad pues al Señor de la mies, que envíe obreros a la mies".

El Nombre de Jesús es el instrumento poderoso en la lucha contra las huestes de maldad, es en su Nombre que puedes conquistar en la oración, es en su Nombre que eres más que vencedor, entonces ora, ora y todo lo pides y lo haces en su Nombre.

Haz de la oración tu negocio principal, tu primer plato del día, ora sin cesar hasta que la copa está llena y sea vertida en bendiciones sobre ti, ora en la voluntad de Dios y por su palabra. Como dice en Judas 20 “Pero vosotros, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo”, para que estés cada día más firme lee la palabra, hazla tuya está escrita para ti, cada una de sus promesas yo declaro que se cumplen en tu vida.

El Señor Jesús nos enseña a que pidamos lo mejor y lo mejor de El para ti es el Espíritu Santo, que seas sellado con su Santo Espíritu es el mejor de los dones, en Lucas 11.11-13 dice: “¿Qué padre de vosotros si su hijo le pide pan, le dará una piedra?¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pides un huevo le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos? ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se los pida?

Cristo logró la victoria por la oración, sigamos su ejemplo, ya Él venció y nosotros somos en Él más que vencedores.

En la oración está el secreto de tu victoria, allí vas a encontrar las fuerzas para resistir toda tentación, allí vas a encontrar dirección, visión, provisión, protección, es allí donde vas a ser transformado por el Señor, es allí en intimidad con Dios donde puedes conocer el propósito de tu vida. Ora sin cesar y llena la copa de oro que el Dios Todopoderoso te ama y quiere darte a conocer todo lo que tiene para ti.

Haz de la oración tu arma de guerra y victoria.

Comparte con otros y expande el Reino de Dios y su Justicia.

No tengas miedo de ADORAR A DIOS DEMASIADO, EL PELIGRO ESTÁ EN ADORARLO MUY POCO

 

  

Finalmente, recuerda que hoy tienes un día lleno de vida donde puedes decidir dar la gloria y la honra al ÚNICO Y SABIO DIOS.

Si esta palabra ha edificado tu vida, por favor compártela y sé ese faro que ilumine a otras vidas a ir a los pies de nuestro Señor Jesucristo.

Me gustaría saber de ti en como el Señor ha bendecido tu vida.

 Recuerda comentar, compartir, pero sobre todo Adorar, adora al Rey de reyes con todas tus fuerzas y con todo tu corazón y verás cómo se abren las ventanas del Reino de los Cielos y derrama bendición hasta que sobreabunde.

Este contenido también lo puedes escuchar en Podcast y en Youtube en Adorando al Rey con Yasmira 

 Hasta la próxima entrega.

 

Con amor Yasmira.