Mateo 28.9 "En eso, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron a él, le abrazaron los pies y lo adoraron." Siempre hay algo glorioso cuando estamos en su presencia y lo mejor que podemos hacer es adorarle.
Hechos 7.30-33 »Pasaron cuarenta años. Pero un día en que Moisés estaba en el desierto, cerca del monte Sinaí, un ángel se le apareció entre un arbusto que ardía en llamas. Moisés tuvo mucho miedo, pero se acercó para ver mejor lo que pasaba. Entonces Dios, con voz muy fuerte le dijo: “Yo soy el Dios de tus antepasados. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” »Moisés empezó a temblar, y ya no se atrevió a mirar más. Pero Dios le dijo: “Quítate las sandalias, porque estás en mi presencia.
Éxodo 3.5 Dios le dijo: ¡No te acerques más! ¡Quítate las sandalias, porque estás en mi presencia!
Génesis 35.9-15 "Tiempo atrás, Dios se le había aparecido a Jacob, y lo había bendecido cuando volvía de Padán-aram. En aquella ocasión, Dios le dijo: «Ya no vas a llamarte Jacob, sino Israel». Y con ese nombre se le conoció desde entonces. Allí también Dios le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso. Quiero que tengas muchos descendientes, pues de ellos saldrán reyes y muchas naciones. La tierra que les di a Abraham y a Isaac, también te la doy a ti, y a tus descendientes». Cuando Dios se fue de allí, Jacob levantó en ese lugar una columna de piedra, y sobre ella derramó aceite y vino para dedicársela a Dios. Y como Dios había hablado allí con él, Jacob llamó a ese lugar Betel, que significa «casa de Dios»."
Lugar Santísimo el Padre eterno preparó un lugar especial para estar con su pueblo en el Antiguo Testamento en el Tabernáculo de Reunión, pero hoy en día ese lugar especial es tu corazón leamos lo que dice Hebreos 9.3-10 "Detrás de la segunda cortina estaba la parte llamada Lugar Santísimo, en donde estaba el altar de oro para quemar incienso, y también el cofre del pacto, que estaba totalmente recubierto de oro. En el cofre había una jarra de oro, que contenía maná;[a] el bastón de Aarón, que había vuelto a florecer, y las tablas con los diez mandamientos. Encima del cofre se pusieron las estatuas de dos seres alados, los cuales cubrían con sus alas la tapa del cofre y representaban la presencia de Dios. Pero de momento no hace falta entrar en detalles. Así estaban dispuestas todas las cosas en el santuario. Todos los días, los sacerdotes entraban al Lugar Santo para celebrar el culto. Pero en el Lugar Santísimo sólo podía entrar el jefe de los sacerdotes, y esto, sólo una vez al año. Entraba llevando la sangre de los animales, que él y el pueblo ofrecían para pedir perdón a Dios cuando pecaban sin darse cuenta. De este modo el Espíritu Santo da a entender que, cuando aún existía el santuario, la entrada al Lugar Santísimo no le estaba permitida a cualquiera. Todo esto se hizo así para mostrarnos lo que ahora es más importante: No podemos sentirnos perdonados sólo por haber ofrecido ofrendas y sacrificios en el culto. Todo esto son reglas que tienen que ver con comidas, bebidas y ceremonias de purificación, que nos preparan para el culto. Las reglas indican lo que se debe hacer, pero no nos ayudan a cambiar nuestra manera de vivir. Esas reglas sirven sólo mientras Dios no las cambie por algo mejor. "
Hebreos 10.19 "Hermanos, la sangre que Jesús derramó al morir nos permite ahora tener amistad con Dios, y entrar con toda libertad en el lugar más santo." Hoy en día tenemos libertad gracias a Él su sacrificio acercó ese lugar.
Hebreos 9.24-26 Porque Cristo no entró en el santuario hecho por seres humanos, que era sólo una copia del santuario verdadero. Cristo entró en el cielo mismo, y allí se presenta ante Dios para pedirle que nos perdone. No entró para ofrecerse como sacrificio muchas veces, como aquí en la tierra lo hace el jefe de los sacerdotes, que entra una vez al año para ofrecer una sangre que no es la suya. Si Cristo tuviera que hacer lo mismo, habría tenido que morir muchas veces desde que Dios creó el mundo. Pero lo cierto es que ahora, cuando ya se acerca el fin, Cristo se ha manifestado de una vez y para siempre. Se ha manifestado para ofrecerse como el sacrificio por el cual Dios nos perdona nuestros pecados.
Encuentro
No tengas miedo de ADORAR A DIOS DEMASIADO, EL PELIGRO ESTÁ EN ADORARLO MUY POCO
Finalmente, recuerda que hoy tienes un día lleno de vida donde puedes decidir dar la gloria y la honra al ÚNICO Y SABIO DIOS.
Si esta palabra ha edificado tu vida, por favor compártela y sé ese faro que ilumine a otras vidas a ir a los pies de nuestro Señor Jesucristo.
Me gustaría saber de ti en como el Señor ha bendecido tu vida.
Recuerda comentar, compartir, pero sobre todo Adorar, adora al Rey de reyes con todas tus fuerzas y con todo tu corazón y verás cómo se abren las ventanas del Reino de los Cielos y derrama bendición hasta que sobreabunde.
Este contenido también lo puedes escuchar en Podcast y en Youtube en Adorando al Rey con Yasmira
Hasta la próxima entrega.
Con amor Yasmira.
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