Misericordia Gratuita para Todos

Bendiciones a tu vida

Dice la palabra en Hebreos 4:16 "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."
Mateo 9:13
Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Efesios 2:4-5
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).

Mi oración es que esta porción cumpla su propósito en ti.

La palabra nos relata el triunfo del Siervo de Dios por medio de la muerte expiatoria, su maravillosa exaltación por medio de la humillación en la Cruz, en Isaías 52.13-15 dice: “He aquí, que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará Él a muchas naciones, los reyes cerrarán ante Él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado y entenderán lo que jamás habían oído.”

El siervo ha venido proveyendo salvación a toda la raza humana, ha dado un gran regalo Misericordia Gratuita para todos y esta Misericordia es Eterna, por esto nos está llamando y su llamado es desde la eternidad a todo aquel que quiera venir a Él.

Te preguntarás 

¿Por qué es tan valiosa si es gratuita?  

Y sabes, que es gratuita porque nada ni nadie la puede comprar es invaluable y muy costosa, costó la sangre preciosa de Jesús, solo se puede recibir por fe, en Tito 3.5 dice: “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”. Es por su inmensa Misericordia que somos salvos y lo mejor es que cada mañana son nuevas sus Misericordias.

Hay una invitación divina y está en Isaías 55:1-5. “A todos los sedientos: Venid a las aguas, y a los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente y comed del bien y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd y vivirá vuestra alma, y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias de David. He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tú Dios y del Santo de Israel que te ha honrado”. En este capítulo muchos años antes de nacer el Señor Jesús ya el profeta vislumbró lo que había de ser, el Salvador invitando al  Israel disperso y a todas las Naciones arrojadas y oprimidas a venir y participar de la vida espiritual que El había provisto, no podemos limitar este llamado a algunos escogidos, es demasiado grande que aún hoy sigue vigente, este capítulo 55 del libro de Isaías vislumbró la Invitación que el mismo Jesús hizo en Mateo 11.28-30 a venir a Él y encontrar descanso dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. También tenemos otra invitación a las bodas en Mateo 22.1-14 dice "Una vez más, Jesús les puso un ejemplo a los sacerdotes, a los líderes judíos y a los fariseos: En el reino de Dios pasa lo mismo que cuando un rey hizo una fiesta para celebrar la boda de su hijo. El rey envió a sus sirvientes para que llamaran a los invitados a la fiesta. Pero los invitados no quisieron ir. Entonces el rey envió a otros sirvientes con este mensaje: “La comida ya está lista. He mandado preparar la carne de mis mejores terneros. ¡Vengan a la fiesta! Pero los invitados no hicieron caso, y cada uno se fue a hacer otras cosas. Uno fue a ver sus terrenos, otro fue a atender su negocio, y los otros agarraron a los sirvientes del rey y los mataron a golpes. El rey se enojó mucho, y envió a sus soldados para que mataran a esos invitados y quemaran la ciudad donde vivían. Luego, el rey dijo a sus sirvientes: “La fiesta de bodas está lista, y aquellos invitados no merecían venir. Vayan por las calles, e inviten a todos los que encuentren para que vengan a la fiesta de bodas. Los sirvientes fueron a las calles de la ciudad e invitaron a muchas personas, unas malas y otras buenas; y así el salón de la fiesta se llenó de invitados. Cuando el rey entró al salón para conocer a los invitados, vio a uno que no estaba bien vestido para la fiesta, y le dijo: ¡Oye, tú! ¿Cómo hiciste para entrar, si no estás vestido para la fiesta? Pero él no contestó nada. Entonces el rey les ordenó a sus sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad; allí la gente llora y rechina de terror los dientes. Esto pasa porque son muchos los invitados a participar en el reino de Dios, pero son muy pocos aquellos a los que Dios acepta"

El ofrecimiento abundante de la gracia de Dios a los judíos y gentiles permanece, en Hechos 15.11 dice: “Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos”. 

La invitación es tanto urgente 

como universal.

La mejor manera es ofrecer esta invitación a todo aquel que está sediento, solo el Señor Jesucristo sacia esta necesidad.

¿Sabes que tienes Una Invitación Eterna?

Nuestro Dios prometió anteriormente que El proveería agua abundante para el sediento, y que en la Sion purificada sacaréis con gozo aguas de la fuente de Salvación. Él ha provisto ahora el agua, y llama a todos los sedientos. El dice venid a las aguas (plural, sugiriendo abundancia) y toma lo suficiente para apagar la sed del alma por Dios, el Salmo 42.1-2 dice: “Como el ciervo brama por las corrientes de aguas, así clama por ti, oh Dios el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo, ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? La invitación es Universal, todos absolutamente todos son invitados a venir y comprar sin dinero. ¿Cómo es esto?  Parece contradictorio ¿verdad? Y más como están hoy en día las cosas, pero la invitación es clara lo dijo el profeta Isaías y también lo dijo el Señor Jesús, el énfasis está dado aquí en la Gracia Gratuita de Dios que provee abundantemente e invita con gracia a todos a venir a comer y beber gratuitamente.

La invitación a comer indica que el pan espiritual que satisface el alma en Mateo 4.4: “El respondió y dijo; No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Ya ha sido provisto.

El agua refresca mientras sofoca la sed espiritual y el vino “alegra el corazón” Salmo 104.15 dice “El vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida del hombre”, y la leche provee comida para crecer en 1 Pedro 2.2 dice: ”desead como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”. Estos son los regalos gratuitos de la Gracia Divina.

El Salvador, Nuestro Señor Jesús es el único que puede saciar tu alma de su bien, llenarte y mostrarte su amor, gracias a Él llegas al Padre confiado.

Recibe esta palabra y has tuya esta invitación

No tengas miedo de ADORAR A DIOS DEMASIADO, EL PELIGRO ESTÁ EN ADORARLO MUY POCO

 

  

Finalmente, recuerda que hoy tienes un día lleno de vida donde puedes decidir dar la gloria y la honra al ÚNICO Y SABIO DIOS.

Si esta palabra ha edificado tu vida, por favor compártela y sé ese faro que ilumine a otras vidas a ir a los pies de nuestro Señor Jesucristo.

Me gustaría saber de ti en como el Señor ha bendecido tu vida.

 

Recuerda comentar, compartir, pero sobre todo Adorar, adora al Rey de reyes con todas tus fuerzas y con todo tu corazón y verás cómo se abren las ventanas del Reino de los Cielos y derrama bendición hasta que sobreabunde.

Este contenido también en Podcast y en Youtube en Adorando al Rey con Yasmira 

 

Hasta la próxima entrega.

 

Con amor Yasmira.